La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reconoce su lucha contra los tiraderos clandestinos en los ríos de Nuevo León, como el Santa Catarina o Pesquería, pero admite que no ha logrado resultados satisfactorios.
A pesar de las inspecciones y diligencias para suspender o clausurar los vertederos y las granjas improvisadas, las montañas de basura que forman estos tiraderos clandestinos siguen creciendo a la vista de las autoridades.
Imágenes revelan la magnitud de la contaminación generada por el arrojo diario de escombros, animales muertos, plásticos, ropa y muebles, junto con descargas sanitarias y desechos orgánicos e inorgánicos que afectan el ecosistema y la capacidad hidráulica del cauce del río.