Tras una década en el poder, los panistas Víctor Pérez y Héctor Castillo dejaron al municipio de Santa Catarina en las ruinas por las malas decisiones que se tomaron.
Durante el mandato de Víctor Pérez como alcalde de Santa Catarina, la seguridad pública fue uno de los temas más controversiales.
En enero de 2013, la policía municipal mató a un joven estudiante por error, generando protestas y críticas hacia el gobierno local.
A pesar de los filtros de seguridad, en La Huasteca se escondió un francotirador que mató a un comandante de la Policía Ministerial en ese mismo año. Además, los índices delictivos se dispararon en Santa Catarina en 2013, convirtiéndose en un foco rojo para la seguridad en la región.
Por este motivo, la Policía de Santa Catarina fue criticada por su desorden y falta de transparencia en cuanto al número de elementos y la operación de sus patrullas, incluso dejando en la vía pública decenas de ellas que no funcionaban. En octubre de 2013, una encuesta ciudadana posicionó a Santa Catarina como el municipio peor evaluado en cuanto a seguridad.
El descontento de la ciudadanía también se reflejó en la detención de uno de los escoltas de Víctor Pérez en junio de 2014, acusado de robo junto con otras dos personas. A pesar de estar detenidos por 48 horas, fueron liberados por falta de pruebas.
Finalmente, en mayo de 2015, se cometió un abuso policial por parte de la corporación municipal, cuando elementos balearon a un hombre y su hijo en una riña. Todos estos eventos dejaron una marca negativa en el gobierno de Víctor Pérez en cuanto a la seguridad en Santa Catarina.