El caos vial se desató en los límites de dos ciudades vecinas cuando un camión de refrescos derramó parte de su carga al tomar una curva en la avenida Constitución. La situación provocó una rapiña, con varios automovilistas aprovechando para tomar productos que se encontraban tanto en el suelo como en las cajas del vehículo.
El tráiler fue detenido metros más adelante, cerrando la vialidad y complicando la circulación, ya que los conductores detuvieron sus autos para hacerse con los productos. Después de la intervención de personal de tránsito y de la compañía refresquera, la zona fue limpiada, logrando la liberación de la vía horas después.